No te deseo nada

Ojalá, en un alarde de justicia,
el destino decida ponerte en tu lugar,
te coja por sorpresa,
te devuelva al polvo,
al nivel del mar.
Ojalá algún día lo sepas,
que haces daño al pasar,
que nadie soporta tus miradas,
el frío de los besos gélidos,
el eco de tus pasos al caminar.
No te deseo nada en especial,
es por ello que este poema
es lo peor que podrías esperar:
ojalá no te pase nada nunca,
ojalá tu vida se congele en un instante letal.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Perder lo imperdible

Poema VII. Sobre la momentaneidad de los tiempos

Al silencio