Escribirte

Quise escribirte todos los versos
desde todas las persectivas que me ofrecían tus ojos.
Me llamaba la idea de tus labios
recitando palabras que poco a poco pensaba para ti.

Lancé todas las palabras al aire
sin necesidad de recogerlas,
con la completa intención de que formaran para ti
cuadros coloridos,
de mil estilos diferentes,
que te recordaran a mi
y te arrancaran una sonrisa.

Quise escribirte todos los versos
desde la lejanía que me hacía completmente subjetiva.
Me cautivaba la luz de tus historias
que siempre acaban con un ojalá estuvieras aquí.

Dejé la tinta correr por el níveo papel
sin miedo a tu reacción,
a sabiendas de que nunca estarían de más
en este nosotros,
que se completa con llamadas,
con deseos de abrazarnos
y de reencontrarnos cada noche.

Quise escribirte todos los versos
desde esta postura cómoda de la desvergüenza del papel.
Me enamoró cada una de tus peculiaridades
y entendí que sólo con un beso,
con un te quiero,
podía decírtelo todo.

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