Ignorancia

La ignorancia hace débil
al más fuerte de los hombres,
hiere la firmeza
y decaen las almas.
Con paso ligero
del jinete de la muerte
se acerca por la espalda,
con sangre la calmas.

Llana y solitaria
busca a la venganza,
recíproca y compañera,
sabida del mal ajeno.
Acusadas de delitos,
la una por fulana
de vagar con todo aquel
que cae en los montones de centeno,
la otra por perseguirla
cazadora y sanguinaria,
con monturas de óxido
y cuchillos enterrados en heno.

Salvadas por la mezcla
las hace fuertes el mendigo,
o el cobarde traicionado,
en cabeza retorcida.
Sólo el hombre sabio
no con golpe
sino trigo limpio,
en estocada plena
y a la luz de las velas,
ofrecerá a su amada, vencida.

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